diagnóstico de extremadura

DIAGNOSTICO TERRITORIAL DE EXTREMADURA. ESTADO DE SITUACIÓN PARA EL DESARROLLO DE UNA ECONOMÍA VERDE Y CIRCULAR.

M

ientras la deforestación aumenta, Extremadura es la primera región de España en superficie arbolada y la cuarta del país en superficie forestal. Cuenta con 536 árboles por habitante y somos la cuarta región en superficie destinada a agricultura ecológica. Somos la capital mundial de la dehesa, referencia mundial de biodiversidad, y en nuestro territorio se encuentra la encina de mayor edad del planeta, la Terrona, con más de 700 años.

Mientras en el mundo se buscan alternativas energéticas de manera urgente, Extremadura es la primera región del mundo que cubre la mayor parte de sus necesidades con energía procedente del sol (fotovoltaica y termosolar): el 65% del total demandado en el año 2015. Somos la segunda región productora nacional de energía termosolar y la tercera de fotovoltaica.

F

rente a la escasez mundial de agua, la tercera parte de toda el agua embalsada de España se encuentra en Extremadura, la región con más costa interior de agua dulce.

Mientras el mundo experimenta una imparable pérdida de biodiversidad, Extremadura cuenta con espacios y especies de relevancia mundial, con más 30 % del territorio protegido. Un parque nacional, parques naturales, reservas de la biosfera, geoparque, monumentos naturales, y la primera reserva mundial en especies como el buitre negro, el águila imperial, o la cigüeña negra.

S

omos la región con uno de los mejores puestos en calidad del aire y tenemos unos de los cielos con menor contaminación lumínica y donde se pueden observar las estrellas en condiciones excepcionales.

Mientras en el mundo escasean alimentos de calidad, somos la primera región de España en producción de tomate, soja, frambuesa, cerezas, frutas de hueso, higos y ciruelas. También los primeros en producción de corcho, carbón vegetal o tabaco.

N

uestro territorio es el primer criador en España de porcino en extensivo, primer productor de carne de cerdo ibérico, primer criador de ovino merino, de caprino, o de reses bravas.

Somos la región con la apicultura más profesional de Europa, y la segunda con mayor número de colmenas de España. A todo ello hay que unir nuestras importantes marcas de alimentos excelentes, procedentes de nuestras 13 denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas.

E

sta es la tarjeta de presentación que debe introducir todo diagnóstico sobre Extremadura, más aún si se trata del diagnóstico inserto en la

ESTRATEGIA DE ECONOMÍA VERDE Y CIRCULAR  EXTREMADURA 2030.

CARACTERIZACIÓN DEL TERRITORIO Y DEMOGRAFÍA

Situada en el suroeste europeo, la Comunidad autónoma de Extremadura cuenta con una superficie de 41.634 km2, lo que representa el 8,3% del territorio nacional, distribuidos en 388 municipios, agru-pados estos a su vez en 24 comarcas. La orografía se caracteriza por zonas montañosas separadas por amplias penillanuras cortadas por tajos fluviales y vegas fértiles. La región cuenta con amplias vegas destinadas a usos agrícolas en el sur, y pastizales en el norte. Atravesada por dos de los ríos más importantes de la península ibérica (el Tajo y el Guadiana), aprovecha sus cuencas para los regadíos y para la generación de energía eléctrica, que constituyen dos de los recursos más importantes de esta Comunidad. La riqueza y diversidad de su patrimonio natural y sus paisajes, y una gran cantidad y calidad de sus recursos, evocan la imagen de una región verde.
Extremadura inició 2017 con una población de 1.079.224 habitantes y con una densidad que no llegaba a los 26 habitantes por km2, cifra muy baja si se compara con la media nacional (92 habitantes por km2) e inferior a la mediaeuropea (115 hab./km2). No obstante, existen marcadas diferencias entre unas zonas y otras de la región, ya que sólo siete municipios tienen más de 20.000 habitantes y 287 no so-brepasan los 2.000, datos que ponen de manifiesto el elevado grado de ruralización del territorio. Así, en las zonas rurales la densidad de población ronda los 21 habitantes por km2, en contraposición con las zonas intermedias y urbanas, cuya densidad alcanza los 150 habitantes por km2. Existe, por tanto, cierto desequilibrio territorial, concentrándose el 49% de la población en los municipios con una población superior a los 10.000 habitantes, que representa tan solo el 17% de la superficie territorial.
Siguiendo la tendencia europea, el rasgo más destacado de la población extremeña es el envejecimiento, incluso por encima de los niveles nacionales. Así, la proporción de su población mayor de 65 años es más alta que la media nacional (19% frente a 17,4%). Más del 66% tienen entre 15 y 64 años y la pirámide de población es muy similar en las zonas rurales. En los núcleos urbanos, por cada 100 hombres de 15 a 65 años, práctica-mente hay el mismo número de mujeres. Sin embargo, en el medio rural, por cada 100 hombres de 15 a 65 años hay 90 mujeres. Este fenómeno se acentúa en los municipios más pequeños, donde la intensidad de la emigra-ción femenina anula los efectos de la mayor esperanza de vida de las mujeres.

En Extremadura hay 101,3 mujeres por cada 100 hombres. Sin embargo, en los municipios de menos de 10.000 habitantes hay más hombres que mujeres, descendiendo gradualmente la proporción de mujeres a medida que el municipio es más pequeño (en los municipios de 100 habitantes o menos hay 91 mujeres por cada 100 hombres).
La población extremeña está cada vez más envejecida. Este grupo social es muy vulnerable a los fenómenos climáticos extremos y su correlación con la imposibilidad de casi 77.400 (18%) hogares de mantener la temperatura de confort en invierno y de 107.500 (25%) en verano por razones socioeconómicas lleva a unas condiciones de vida de mayor vulnerabilidad frente a las condiciones climáticas, algo que se agravará según avanza el impacto del cambio climático en nuestra región, especialmente en la época estival.

Considerando el acusado envejecimiento, la emigración y la menor cantidad de mujeres jóvenes, no es extraño comprobar la continua pérdida de población de estos municipios en favor de los núcleos urbanos. Aplicando los criterios establecidos en el artículo 90.2 del Reglamento (UE) 1303/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, Extremadura está catalogada como Región menos desarrollada ya que el PIB se encuentra por debajo del 75% del PIB de la UE 27 (69% en el 2010).

SECTORES PRODUCTIVOS

Las relaciones entre economía y medio ambiente generan una serie de actividades específicas que devienen, directa o indirectamente, en empleos. Los análisis elaborados en julio de 2017 por la Consejería de Educación y Empleo estiman en 117.928 personas el número de personas afiliadas en actividades relacionadas con la economía verde y circular, lo que vino a representar el 30% de la afiliación regional ese mes. Comparando estos datos con la situación de este sector en el año 2011, la afiliación ha experimentado un crecimiento del 1% en este periodo, llegando a 1.038 nuevos afiliados.

La actividad de mayor peso en el empleo de la economía verde y circular en Extremadura es la del sector agrícola, que concentra casi la totalidad de la afiliación regional (70,62%, con 83.437 afiliados). El segundo lugar en la generación de empleo lo ocupa el comercio agroalimentario, (11,63% del total con 13.968 afiliados).

El análisis de distintos factores como la contribución al PIB de los distintos sectores económicos durante la elaboración de este trabajo, en base a la estimación de datos para el 2016, pone de manifiesto que el sector agroalimentario extremeño constituye uno de los pilares de la economía regional. Los datos observados en 2016 indicaban que su importancia radica principalmente en dos elementos: el peso del PIB del sector primario en la economía extremeña (5,88%), que suponía más del doble de su peso en la economía española; el peso de la industria de alimentos, bebidas y tabaco, ligados a la agricultura, que supone un 2,7% del total de empresas de la región, frente al 0,89% sobre el conjunto de las empresas española.

AGRICULTURA Y GANADERÍA.

El sector primario en Extremadura, que en la mayoría de las economías desarrolladas desempeña un papel prácticamente residual sobre el conjunto de la actividad productiva, sigue revistiendo importancia en Extremadura, tanto a nivel de VAB (Valor Agregado Bruto), como de afiliación, estando entre las comunidades con un mayor peso en su número de afiliados. Tanto es así, que representa el 20,26% regional, frente al 9,33% nacional.

INDUSTRIA ALIMENTARIA.

Del análisis de diversas variables económicas se puede poner de manifiesto que el sector agroalimentario extremeño constituye uno de los pilares de la economía regional. Según datos del INE a enero de 2017, en Extremadura existían 1.365 empresas relacionadas con las industrias de alimentación, bebida y tabaco, el 2,07% del total de la región. Porcentualmente hablando, las empresas de estas industrias tienen un peso en el total de las industrias del país de un 0,89%. Esto supone en Extremadura más del doble de lo que representan a nivel nacional. La región aporta el 4,7% de las industrias de alimentos, bebida y tabaco del país, frente al 2% del total de las empresas. Por otra parte, la Encuesta Industrial Anual de Productos (INE, 2016) revela que el valor de venta de productos de las industrias de alimentos, bebidas y tabaco en Extremadura ha supuesto el 44,2% de la actividad industrial re-gional, frente al 22,8% que representaba esta agrupación de industrias so-bre el conjunto de la industria española. Frente al total nacional del valor de venta de los productos de las industrias de alimentos, bebidas y tabaco, la contribución de Extremadura es apenas del 2,4% del total, frente al total de la industria extremeña sobre la nacional, cuya contribución es del 1,24%. La industria agroalimentaria como principal recurso industrial regional ocupa el tercer lugar en creación de puestos de trabajo, representando el 7,96% del total del empleo de la economía verde y circular y con crecimiento del 9,43% desde septiembre de 2011. Los subsectores que han motivado este crecimiento son la industria cárnica, debido al auge que ha experimentado el cerdo y el vacuno y, por otro lado, las industrias de procesado de frutas y hortalizas que han incrementado el empleo gracias a la ampliación de mercados, sobre todo internacionales y a la inclusión de innovaciones tecnológicas que requieren mano de obra cualificada.

SILVICULTURA.

La situación del empleo en la gestión de zonas forestales se ha mantenido estable en los últimos años, condicionada por la renovación de la política forestal que ha implicado el desarrollo de nuevos instrumentos de regulación y gestión forestal. Actualmente, el sector forestal (incluida la industria maderera) absorbe el 4,74% del total de empleo de las empresas extremeñas.

Según el Avance del Inventario Forestal Nacional de 2.014, Extremadura contaba con una superficie forestal de 2.727.858 ha. Los aprovechamientos forestales por cortas, en el año 2.014, supusieron un volumen maderero total de 870.937 m3 de madera y 203.876 t de leña.
En cuando al ecosistema de la dehesa, Extremadura cuenta con 1.300.000 hectáreas aproximadamente de dehesa, lo que supone que un tercio de la región puede calificarse como dehesa. En el contexto nacional, Extremadura representa, aproximadamente, un tercio de la superficie total adehesada del país, correspondiéndose sus aprovechamientos con el 5,52% y 11% de madera y leña extraída, respectivamente. La leña es la materia prima de los aprovechamientos biomásicos.

CONSTRUCCIÓN Y REHABILITACIÓN ENERGÉTICA.

El sector de la construcción en Extremadura, desde una perspectiva económica, sigue siendo uno de los pilares de la economía regional, aportando el 6,95% del PIB regional en el 2.016, frente al 5,08% que aporta al PIB nacional.
Según datos del INE, en el 2.015, la construcción absorbía el 7,53% del empleo regional, con 25.900 empleados, frente al 5,56% del empleo total que genera la construcción a nivel nacional, con lo que queda patente que dicho sector tiene mayor peso específico a nivel regional que a nivel nacional.

ENERGÍAS RENOVABLES.

La crisis económica en general, y del sector de la construcción en particular, los cambios de la política de fomento de las energías renovables, especialmente la fotovoltaica, y las restricciones al crédito han generado, desde la primera mitad del año 2008, una situación de contracción inversora que ha afectado a la evolución del sector energético de Extremadura. Especial-mente afectadas se han visto la energía solar térmica y solar fotovoltaica.

A pesar de ello, el sector en su conjunto ha continuado creciendo, aunque de forma mucho más moderada. Si a ello se unen las expectativas que genera la lucha contra el cambio climático y los objetivos de la Unión Europea y del Gobierno español respecto a las energías renovables, se entiende que el crecimiento del empleo se reactive en los próximos años.
La afiliación en el sector energético (renovables y no renovables) de Extremadura alcanza a 1.492 personas, representando solamente el 0,4% de la afiliación en Extremadura. Incluye tanto actividades de producción como de transporte, distribución y comercialización.
La producción de energía eléctrica de origen renovable en Extremadura tiene de base las tecnologías hidráulicas, solar termoeléctrica, solar fotovoltaica y térmica renovable (biomasa eléctrica y biogás). La producción de energía eléctrica de origen renovable ocupa un papel destacado en la generación neta de energía eléctrica en Extremadura, ya que como se ha comentado, con 5.778 GWh supuso el 27,51 % de la producción neta total en el año 2016.
No obstante, hay que señalar que esta generación experimentó un aumento del 16,48 % respecto a la del 2015, en el que la producción total de energía eléctrica neta renovable fue de 4.960 GWh. Dicho incremento encuentra su motivo principal en el notable ascenso, del 56,27 %, de la producción aportada por la tecnología hidráulica.

Finalmente, en cuanto al resto de tecnologías de origen renovable, se aprecia un incremento de la térmica renovable con un 18,21 % en el año 2016 con respecto al 2015. Sin embargo, se registraron ligeros descensos de la solar termoeléctrica de un 3,7 %, y de la fotovoltaica de un 4,51 %.
A pesar de la relevancia que han tomado las energías renovables en Extremadura, fundamentalmente la Solar Fotovoltaica y especialmente la Termoeléctrica (con el 36,9% de la potencia total instalada en España), la biomasa no es una tecnología que tenga gran impacto respeto a la potencia total instalada en España, tan sólo un 3,6%, con apenas 37 MW, frente a los 1.038 del conjunto del país.
En términos económicos, la aportación de las energías renovables al PIB de Extremadura en el 2016 fue del 5,55%. Asimismo, las energías renovables generadas en Extremadura en el año 2.016 contribuyeron al PIB nacional con un 11,55%.
Por otra parte, las energías renovables aportaron el 0,76%. Dicho de otra manera, las energías renovables aportan a la economía de Extremadura más de siete veces lo que estas aportan a la economía del país, lo que deja patente su importancia en la estructura económica regional, si bien, en cuanto a empleo dista mucho de tener un impacto importante, al menos, en lo que se refiere a las labores de operación y mantenimiento de las instalaciones.

DEPURACIÓN DE AGUAS Y TRATAMIENTO DE RESIDUOS.

En el 2015, las actividades englobadas como Captación, depuración y distribución de agua, Recogida y tratamiento de aguas residuales, Recogida, tratamiento y eliminación de residuos; valorización y Actividades de des contaminación y otros servicios de gestión de residuos (epígrafes 36–39 del CNAE-2009) contaban con 2.191 trabajadores, el 8,68% del empleo industrial de Extremadura, lo que representaba el 0,61% del total del empleo de Extremadura, por lo que queda evidente que se está ante un sector por desarrollar, tal como evidencian los datos aportados.
Desde el punto de vista de la importancia de estas actividades a nivel económico en la región, en el año 2.015, estas industrias representaban un exiguo 1,28% del volumen total de negocios del sector industrial en Extremadura, por lo que su impacto a nivel económico es bajo respecto a su representa-tividad en el empleo del sector industrial (1,28% de volumen de negocios frente al 8,68% del empleo industrial).

Por último, en función de los datos recogidos en DIRCE (Directorio Central de Empresas) 2017, Extremadura cuenta con 118 empresas dedicadas a estas actividades, apenas un 0,18% de las empresas de Extremadura.

TURISMO.

En el 2016, según la Afiliación de la Seguridad Social, el sector turístico extremeño ocupaba a 23.864 personas, que representa el 6,66% de los empleados de Extremadura. Según los datos recogidos en DIRCE 2017, Extremadura cuenta con 6.511 empresas dedicadas a las actividades de Servicios de alojamiento (608) y Servicios de comidas y bebidas (5.903), lo que supone un 9,89% de las empresas de Extremadura.
Según el Informe de Coyuntura Económica de Extremadura 2016, el turismo, entendido estrictamente por los servicios de alojamiento, empleaba a 3.471 personas en la región. En su conjunto, se estima que el turismo aporta el 6% del PIB de la región, lo que hace ver de su importancia a la economía regional.

RECURSOS Y CAPACIDADES DE LA EMPRESAS

INNOVACIÓN.
El esfuerzo tecnológico de la empresa extremeña se encuentra todavía distante de los ratios de todo el país y aún más distante de las medias europea, tanto en referencia a indicadores de gasto de I+D como de registro de patentes.
El sistema español de ciencia y tecnología es relativamente reducido en términos de personal y gasto, habiendo estado tradicionalmente desequilibrado a favor del sector público frente a las empresas. En los últimos años, los gobiernos autónomos se han convertido en un factor de fomento de los sistemas I+D de primera magnitud, especialmente en los Organismos Pú-blicos de carácter sectorial. Junto a ellos, las universidades, empresas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas constituyen los pilares básicos sobre los que se articula.
Durante los últimos años se ha producido un descenso continuado en el valor de las distintas cifras que reflejan la inversión en I+D+i en la Región. De acuerdo con los datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2015 el gasto interno total en I+D en Extremadura fue de 117 M€, lo que supone el 0,66% del PIB, frente al 0,88% logrado en 2010.
Esta tendencia decreciente en el porcentaje de gasto interno total en I+D respecto al PIB se corresponde con la disminución generalizada que ha tenido lugar en España desde el máximo logrado en 2008.
La Comunidad Autónoma de Extremadura aparece en niveles absolutos de gastos en I+D en las últimas posiciones de España, siendo especialmente reducido el esfuerzo de la inversión privada.
Los datos del INE muestran que en 2015 las inversiones del sector empresarial en I+D representaron el 17,3% del gasto interno total en I+D, frente al 52,5% alcanzado a nivel nacional en ese mismo año.

Por otro lado, las cifras relativas al personal dedicado a la I+D en las empresas de Extremadura tampoco son alentadoras, si bien, a pesar de los descensos de las inversiones de I+D en los últimos años, el sector empresarial se encuentra en una situación relativamente estable en cuanto al personal dedicado a actividades de I+D, pasando de 442 a 430 EJC en el mismo periodo.
Por su parte, el grado de innovación tecnológica en las empresas extremeñas también se ha visto afectado negativamente en los últimos años. De acuerdo con la información proporcionada por la Cátedra de la Innovación (FUNDECYT-PCTEX/Universidad de Extremadura), en 2014 se detectaron 253 empresas extremeñas con innovación tecnológica y un gasto total de actividad innovadora de 38 M€, frente a las 280 empresas y los 87,1 M€ correspondientes a 2010.
Estos datos coinciden con los indicados en el Informe 2016 de la Fundación COTEC, que muestra una disminución del número de empresas con innovación tecnológica en Extremadura desde 2008 hasta 2014, aunque el último dato publicado por el INE en el año 2015 no confirma que continúe ese descenso.
ORGANIZACIÓN Y DIRECCIÓN.
La mayor parte de las empresas presentan unas características organizativas con predominio de las estructuras tradicionales de tipo funcional. El tamaño medio y la preeminencia de los métodos de gestión más tradicionales determina, en gran número de casos, la carencia de departamentos especializados en áreas como la investigación de mercados, el control de gestión, o la I+D.
En segundo término, el nivel formativo del empresariado y de los directivos de las empresas es comparativamente inferior al de varios países europeos, especialmente en los aspectos específicos de su función. En estas circunstancias, la experiencia de los directivos constituye un papel clave que suple en parte las necesidades de formación en las capacidades de gestión. En torno al 70% de las empresas están gestionadas por sus fundadores o herederos, siendo el nivel de formación superior en el conjunto de directivos inferior al 25% y concentrado en las empresas de mayor dimensión. El empresariado extremeño suple la falta de formación especializada con una sólida experiencia. Esta falta de formación puede compensarse recurriendo al asesoramiento externo, aunque en Extremadura un bajo porcentaje de las empresas recurren a estos servicios habitualmente.
En tercer lugar, los estilos de dirección se adaptan a los anteriores condicionantes, dificultando la elaboración de estrategias capaces de explotar las oportunidades que se abren en el entorno de la empresa. Un indicador de esto es el elevado número de empresas que exportan como respuesta a pedidos concretos y de forma mayoritaria productos alimenticios (frutas y en menor medida productos cárnicos y vinos). Asimismo, la escasa presencia de mujeres en puestos directivos puede interpretarse como un desaprovechamiento en la creación de potencial de la empresa extremeña.

ORIENTACIÓN DE MERCADO.
Históricamente, la empresa extremeña ha surgido como respuesta a la existencia de huecos en los mercados locales y no a la disponibilidad de unas ventajas que le permitieran abrirse a mercados exteriores. Junto a esto, dimensión y tecnología han dado lugar a una vinculación predominante a los mercados más inmediatos, evidenciando esta orientación de mercado que la capacidad de mantener la competencia frente a la penetración de empresas más grandes y de carácter multinacional es reducida.
En el año 2.015, un total de 1.600 empresas extremeñas (el 2,48% del total) exportaron una cifra que supone el 10 % del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico.
Del conjunto de las exportaciones extremeñas acumuladas de enero a diciembre de 2015, han presentado un crecimiento del 4,3%, concentrándose el 78% en dos sectores: “Alimentos”, cuyas ventas fueron el 58,63% del total de las exportaciones, y “Semimanufacturas”, que acumularon el 20% del total.

En cuanto a la evolución de las mismas por sectores, es dispar. Así, el sector “Alimentos” experimenta un crecimiento interanual del 12,4% y el de “Semimanufacturas” una caída del 2,4%. Entre los demás sectores destacan las caídas de las exportaciones del “Sector del automóvil” (-18,3%), “Bienes de equipos” (-6,6%) y “Manufacturas de consumo” (-5,8%).
De las 1.600 empresas extremeñas exportadoras en 2015, un total de 500 llevan más de cuatro años vendiendo en los mercados foráneos.
El sector exportador regional depende en gran medida de productos agrícolas y de los tradicionales exportadores (frutas, vino, cárnicos, etc.), con peso importante del mercado europeo y una menor apertura hacia otros mercados. por tanto, el grueso del sector exportador regional está asenta-do en unas bases tradicionales, tanto en lo que respecta a productos como a mercados, que tienen una relativa solidez, pero con un escaso desarrollo del potencial exportador del resto de la economía.

Respecto al ranking de países, nuestro principal socio, es Portugal, observándose un aumento de las exportaciones a Italia (12,3%), Francia (4%) y Reino Unido (3,5%); reduciéndose con Portugal (-2,4%) y Alemania (-3,3%).

CAPACIDADES CIENTÍFICO-TECNOLÓGICAS

RECURSOS HUMANOS, INFRAESTRUCTURAS Y DOMINIOS CIENTÍFICO-TECNOLÓGICOS.

Según datos recabados del VI Plan Regional de Investigación y Desarrollo de Extremadura, el número de personas dedicadas a la I+D (EJC, Equivalente Jornada Completa) en la región, se ha visto reducido en gran medida durante los últimos años, desde las 2.402 personas en 2010, hasta las 1.978 personas en 2015, lo que supone una disminución del 17,7%. Este fuerte descenso en personal desarrollando labores en I+D, pone de manifiesto la debilidad del sistema y la necesidad de implementar instrumentos específicos que restablezcan e incrementen el potencial investigador de la región.
En el año 2015, el personal investigador en Extremadura no alcanzaba 1,20 investigadores por cada 1.000 habitantes, mientras la media nacional era de 2,63 investigadores por cada 1.000 habitantes.
Sin embargo, el sector empresarial se encuentra en una situación relativamente estable en cuanto al personal dedicado a actividades de I+D, pasando de 442 a 430 EJC en el mismo periodo 2010-2015, aunque aún muy lejos de los ratios nacionales, ya que el personal dedicado a actividades de I+D en Extremadura alcanzaba 0,394 investigadores por cada 1.000 habitantes, mientras la media nacional era de 1,875 investigadores por cada 1.000 habitantes, el 21% de la media nacional.
A nivel de infraestructuras, el sistema ha evolucionado en los últimos años, dando como resultado la creación de varios Institutos universitarios de investigación, centros de gran relevancia e intensa actividad, con carácter interdisciplinar, y con una función integradora de diferentes áreas de conocimiento y alto nivel de especialización, estando varios de ellos en el ámbito

de la economía verde y circular, como pueden ser el Instituto Universitario de Investigación del Agua; Cambio Climático y Sostenibilidad (IACYS); el Instituto Universitario de Investigación de la Carne y Productos Cárnicos (IPro-Car); el Instituto Universitario de Investigación de la Dehesa (INDEHESA); el Instituto Universitario de Investigación en Biotecnología Ganadera y Cine-gética (INBIO G+C) y el Instituto Universitario de Investigación de Recursos Agrarios (INURA).
Asimismo, el VI PRI establece una serie de dominios y las prioridades científico-tecnológicas de Extremadura, alineados con la Estrategia RIS3, y con la intención de la Junta de Extremadura de desarrollar la economía verde y circular en la región.
Del análisis de los datos del V PRI, se pueden extraer interesantes conclusiones sobre los dominios y las prioridades científico-tecnológicas con mayor demanda en la región.
Así, el análisis realizado muestra que excepto en el dominio científico-tecnológico de Química, Bioquímica y Biotecnología, existe un claro desajuste entre oferta y demanda tecnológica en los diferentes dominios científicos-tecnológicos identificados. El más reseñable es en el dominio de Agronomía, Biología y Ecología, en el que la oferta supera a la demanda del tejido empresarial del sector afín al dominio. Así, las empresas concentran el 17,07% de sus proyectos de I+D+I en el mismo, frente al 26,65% de los proyectos solicitados por los diferentes agentes del SECTI. Esta diferencia puede ser debida al menor tamaño, tecnificación y capacidad de innovación de las empresas pertenecientes al sector agroganadero y actividades afines del sector primario.
También es reseñable las diferencias encontradas respecto al dominio científico tecnológico de Ecodiseño y Nuevos Materiales, a pesar de que es el dominio de menor peso específico respecto al total de los dominios analizados, presenta un desajuste entre la oferta y la demanda en actividades de I+D+i, ya que el tejido empresarial concentra el 7,72% de sus proyectos frente a los agentes del SECTI, que lo hacen en un 4,95%.

ANÁLISIS DE LAS CAPACIDADES PARA LA ESPECIALIZACIÓN POR SEC-TORES ECONÓMICOS.
Agroalimentación. El sector agroalimentario extremeño constituye uno de los pilares de la economía regional. La importancia del sector en Extremadura radica principalmente en tres elementos: el primero de ellos está relacionado con el peso del sector primario en la economía extremeña (6,26%) que supone más del doble de su peso en la economía española; el segundo está en relación a la producción de alimentos, bebidas y tabaco, ligados a la agricultura, que supone un 35% de la actividad industrial, frente al 20% sobre el conjunto de la industria española; y, en tercer lugar, en el superávit del 35,8% de la balanza comercial exterior por la exportación de productos de consumo.
Sin embargo, tal y como se ha comentado anteriormente, se observa un déficit en producción de tecnologías y bienes de equipo para los principales rubros de la economía, en este caso, agricultura, ganadería, silvicultura e industria productora de alimentos, bebidas y tabaco.
El patrimonio natural de Extremadura constituye un activo importante de la región que permite detectar potenciales actividades de desarrollo. La diversidad genética que se puede hallar en el entorno natural extremeño ha de dar lugar al descubrimiento y desarrollo de nuevos productos de interés industrial, como vacunas recombinantes, nuevas variedades vegetales, enzimas para uso industrial o biomateriales.
De hecho, el ecosistema natural de Extremadura ha sido el sostén de producciones agrícolas y ganaderas que han proporcionado un modelo socio económico como la dehesa, calificado como uno de los más sostenibles que se conocen. Este modelo tiene ahora el potencial de extrapolar sus prácticas a otros espacios que, ante un contexto de crecimiento de la demanda alimentaria, tienen el reto de producir más con menos emisiones de carbono y respetando la biodiversidad.
No obstante, el pequeño tamaño de las empresas del sector agroalimentario extremeño, menor a 10 personas empleadas en la mayoría de ellas, supone una dificultad a la hora de participar en la actividad exportadora, agravada por la competencia de terceros países donde los costes laborales son más bajos.
Esta situación permite identificar como vectores de desarrollo, los encaminados a: incrementar el valor añadido de la producción basado en la diferenciación en calidad y salud de los productos regionales; y desarrollar nuevos productos vinculados a la salud y el bienestar, teniendo en cuenta la sostenibilidad y eficiencia energética de la producción y de las actividades, el acceso y desarrollo de tecnología agroindustrial que permita mejorar la productividad, la adaptación a los marcos legales internacionales y la garantía de la seguridad alimentaria en la cadena de producción, transformación y postprocesado.
La especialización regional en el sector agroalimentario se encuentra avalada por sus centros e infraestructuras de investigación, entre los que destacan: la Universidad de Extremadura, el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX), el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX) y los laboratorios dependientes de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio.

Energía. El potencial recorrido de las energías limpias en Extremadura está ligado, por una parte, a las altas radiaciones solares que se producen en estas latitudes, y por otra, a la biomasa, debido a las grandes reservas forestales, las grandes extensiones susceptibles de ser usadas para el desarrollo de cultivos energéticos, así como la capacidad de producción de residuos que podrían ser procesados para su aprovechamiento energético, principalmente procedentes de la industria agroalimentaria.
Extremadura ya es la segunda región de España en cuanto a potencia termosolar instalada y la tercera en fotovoltaica y es una de las economías bajas en carbono referentes en Europa, teniendo en cuenta que, antes de iniciarse el marco temporal de ejecución, la región ya sobrepasa uno de los objetivos marcados por la Estrategia Europa 2020, referente al aporte de las energías renovables sobre el consumo final bruto de energía, que en el año 2011 se situaba ya en 33,73%, y se espera que se incremente hasta el 68% para el 2020, triplicando así el objetivo europeo, establecido en el 20% para toda Europa.
Los grupos de investigación existentes en la Universidad de Extremadura, especializados en el sector energético, con líneas específicas relacionadas con las energías renovables contribuyen a la generación de valor y a la evolución inteligente del sector, suponiendo un punto de partida importante, que avalan su potencial de especialización en la región. El Centro de Innovación y Calidad de la Edificación EDEA-CICE tiene como finalidad la investigación aplicada, la demostración experimental, la formación, el desarrollo y fomento de las energías renovables y la eficiencia energética en la arquitectura. La existencia de AGENEX, Agencia Extremeña de la Energía, como ente asesor y de desarrollo energético de la región, y de la Asociación Clúster de la Energía de Extremadura son otros agentes que se configuran como esenciales para su potenciación.

Turismo. Extremadura es una región con grandes recursos turísticos, tanto culturales como naturales. Su situación estratégica, en un corredor natural norte-sur, favoreció el asentamiento de prácticamente todas las civilizaciones que habitaron la Península Ibérica. Como resultado se puede encontrar una extensa relación de monumentos, zonas arqueológicas o bienes de interés cultural. Sirvan como ejemplo las 32 poblaciones declaradas Conjuntos Histórico-Artísticos, 3 enclaves Patrimonio de la Humanidad y la amplia red de museos y colecciones que recogen el rico legado de las diferentes culturas que han poblado estas tierras.
El patrimonio natural de Extremadura es el fruto de un gran esfuerzo de conservación de una amplia biodiversidad, que constituye un activo importante de la región y que ahora debe transformarse en oportunidad para el desarrollo de actividades económicas coherentes con estrategias europeas como “La innovación al servicio de un crecimiento sostenible: una Bioeconomía para Europa” (COM (2012) 60).

Gracias a los espacios naturales que ha sabido conservar y a la gran diversidad de ecosistemas, Extremadura se ha convertido en referente internacional en turismo ornitológico, lo que supone un motor de generación de riqueza para la región.
Las nuevas formas de turismo ligadas a las tendencias del sector, conllevan un mayor contacto con el medio natural y con ambientes rurales asociados a la vida saludable, a la calidad de vida y a lugares apenas influenciados por los modos de vida urbanos, por lo que Extremadura resulta el lugar idóneo para el turismo de naturaleza y el turismo de salud y bienestar.

Salud. En una región como Extremadura, con un millón de habitantes en un extenso territorio, la prestación de servicios públicos en condiciones de igualdad exige dotaciones por habitante superior a la media nacional y un uso intensivo de la tecnología para la distribución de dichos servicios. Por otra parte, un servicio público potencialmente sobredimensionado permite dedicar parte de sus espacios y recursos a la experimentación y validación de desarrollos tecnológicos, convirtiéndose así la propia administración en un laboratorio vivo.

Dentro del sector público, en el ámbito de salud en relación con la economía verde y circular, tiene especial interés lo relacionado con alimentación saludable y consumo verde.

TIC. El sector TIC es uno de los que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años en la región. Por su evolución y su potencial recorrido en Extremadura, el sector TIC es un polo activo de producción de tecnología transversal y un motor de la implantación de empresas de desarrollo software, que no generan residuos.
Análisis de la relación de dominios científico-tecnológicos asociados a las áreas de excelencia del Patrón de Especialización de Extremadura

La relación entre las áreas de excelencia de la RIS-3 y los dominios científico-tecnológicos transversales identificados a lo largo del proceso de análisis del Patrón de Especialización Inteligente de Extremadura quedan perfectamente identificados en el VI PRI, siendo los adecuados para el desarrollo de la Economía Verde y Circular en Extremadura, ya que se toman en consideración tanto las potencialidades como las necesidades para su desarrollo.

INFRAESTRUCTURAS Y RECURSOS.

INFRAESTRUCTURAS LOGÍSTICAS

Red viaria de carreteras. El transporte en general y el transporte por carretera en particular constituyen uno de los factores más importantes a la hora de medir el grado de desarrollo y bienestar de una sociedad. La existencia de una buena red viaria y de infraestructuras, unida a la constante innovación técnica en los vehículos con reducción de consumos y de contaminación ha situado a la carretera a la cabeza de los medios de transportes utilizados en la actualidad. Las grandes ventajas de la carretera frente a los otros medios de transportes (aéreo, ferroviario, fluvial y marítimo) se basan en su economía, rapidez de servicio, satisfacción del cliente y posibilidad de transporte prácticamente hasta cualquier lugar. Todas estas circunstancias han conllevado un desarrollo exponencial del transporte por carretera en los últimos años, incidiendo incluso este desarrollo en la utilización de sistemas de distribución y logística en los que prima cada vez más el traslado directo de los productos desde el lugar de fabricación hasta el de consumo abaratándose costes mediante la supresión de almacenamientos intermedios y disminuyendo la necesidad de manipulación y tratamiento de las mercancías.
Extremadura constituye una realidad política, social y geográfica dotada de unas características especiales dentro del resto del territorio español. A una gran amplitud territorial se unen un bajo índice de población y la dispersión de la misma en pequeños núcleos de marcado carácter rural. Esto unido a la existencia de un tejido industrial poco desarrollado, aunque con grandes avances en este sentido en las dos últimas décadas, y a la necesidad de una mayor inversión en el desarrollo de infraestructuras complementarias como el ferrocarril o el avión hacen que el desarrollo de las infraestructuras en carretera y de los modos de transporte público de mercancías y viajeros sean vitales para lograr la evolución y mejora de la economía y de la sociedad extremeña.

En términos de toneladas transportadas, el transporte intrarregional es el tipo de movilidad de mercancías más importante de España y representa el 54% del total. Si se computa también el transporte intramunicipal, el total asciende al 71%.
El transporte de mercancías por carretera mantuvo e intensificó en 2015 el crecimiento registrado en 2014. En el caso de las toneladas transportadas por carretera, se observó un incremento del 6,2% (según datos de la EPT-MC); en el caso de las toneladas – km producidas, una subida de entre un 4,5 % (DGC) y un 7% (EPTMC). Se observa que estos crecimientos estuvieron por encima del aumento del PIB.
Sin embargo, en Extremadura el transporte intrarregional se contrajo en 2015, con un descenso del 14,1%, pasando de transportar 21.070 a 18.102 toneladas de mercancías por carretera, significando un 2,2% del total del transporte por carretera en España en el año 2.015.
El sistema viario extremeño se caracteriza por una insuficiente accesibilidad exterior, una incompleta articulación interna y los déficits de modernización, seguridad y calidad de los servicios, junto a una reducida integración medioambiental. Esto se manifiesta por una inacabada red de alta capacidad y red básica, que limita la conexión de los ejes de alta capacidad verticales con la meseta, así como de los ejes transversales con los principales centros urbanos y la zona del levante español. En segundo lugar, la red intercomarcal y secundaria adolece de corredores transversales que aseguren una integración interna.
La Red Extremeña de Transporte por Carretera se ha mantenido invariable en el último lustro: los 703 km de autovías, autopistas y carreteras de doble calzada en 2011 se han mantenido en el 2.016. Tan solo la conversión de 3 km de carretera multicarril en autovía es la variación más significativa, junto con la creación de 54 km de carreteras de una calzada, en la provincia de Cáceres. Esto ha supuesto un crecimiento de 0,59% en número de kilómetros asfaltados en Extremadura.
La Red Española de Carreteras cuenta con un total de 165.483 km de vías, de las que el 9,33% son Autovías y autopistas.
La Red de Transporte por Carretera de Extremadura representa el 5,56% de la red total del país, representando la red de autovías y autopistas de Extremadura el 4,55% del total del país, siendo por tanto su extensión de autovías y autopistas inferior en proporción a su red total de carreteras, e inferior a la media de 9,72%.
Las principales arterias viarias que cruzan la región son la Autovía A-5, Madrid-Lisboa, que entra en la región por el noreste y sale por Badajoz, en el Oeste, dirección Lisboa. La otra autovía de carácter nacional es la A-66, conocida por Ruta de la Plata, que conecta Sevilla con Gijón, enlazando por el Sur con Sevilla y saliendo por el Norte, dirección Salamanca. Y por último la A-58 que enlaza Cáceres con la A-5 por Trujillo.
Existe otra serie de autovías de carácter regional, de menor longitud, que conectan localidades con cierto nivel de actividad económica y población, con las autovías nacionales, como EX A2 que unen Don Benito-Villanueva de la Serena con la A-5 por Miajadas, y la EX A1 que unen Moraleja y Coria con la A-66 y A-5 por Plasencia y Navalmoral de la Mata, respectivamente.

Para equipar la red de autovías y autopistas de Extremadura con la media sería preciso convertir en autovía al menos 192 km de carreteras, preferentemente la que debería unir la A5 con la Autovía del Levante, por Ciudad Real, unir las dos capitales de provincia directamente por autovía, e incluso transformar en autovía la N-432 entre Badajoz y Granja de Torrehermosa, lo que permitiría tener perfectamente vertebrada la región por carretera, facilitando el flujo de mercancías y personas.
En su conjunto, Extremadura ocupa el puesto 7º en cuanto a región con mayor extensión de red de carreteras, y el 8º puesto en extensión de la red de autovías y autopistas. Asimismo, ocupa el 5º lugar por % de extensión de carreteras de una calzada con 8.438 km (91,64%) respecto al total de la red regional.
Como conclusión, las infraestructuras de carreteras de Extremadura están ligeramente por debajo de la media del resto del país, tanto en extensión como en calidad, sin bien existen deficiencias en rutas, que transformándolas en autovías podrían suponer un despegue en la posición competitiva de Extremadura como destino turístico y salida de mercancías.
Red viaria de ferrocarriles. La red viaria de ferrocarril de Extremadura se caracteriza por una insuficiente accesibilidad exterior, con pocos corredores, ya que las únicas conexiones existentes son con Madrid, Lisboa, Sevilla, Huelva y Ciudad Real a través de los corredores Madrid-Cáceres-Mérida-Badajoz-Lisboa; Madrid-Cáceres-Mérida-Zafra-Sevilla y Huelva; Badajoz-Mérida-Cabeza del Buey-Ciudad Real y Madrid-Cáceres-Valencia de Alcántara.
Por tanto, con una incompleta articulación interna y externa, sin trenes de cercanías y con graves déficits de modernización, seguridad y calidad de los servicios, con vías sin electrificar, obsoletas, escaso mantenimiento y má-quinas tractoras con más de 25 años de antigüedad, que hacen del servicio de ferrocarril de Extremadura uno de los más deficitarios y de menor calidad de España.

Aunque está en obras desde 2010, el corredor Madrid-Lisboa por Badajoz, que permitirá disponer en la región de un servicio de ferrocarril más moderno y eficiente, con trenes de alta velocidad que permitan reducir el trayecto entre Madrid y Lisboa por Badajoz a la mitad de tiempo, no está previsto que entre en funcionamiento la totalidad del trayecto antes del año 2.020.
Asimismo, está proyectada una línea de ferrocarril de mercancías, que una el puerto de Sines, en Portugal, con Puertollano (Ciudad Real), por Badajoz y Mérida, si bien, el inicio de las obras y puesta en funcionamiento no tienen fechas.
Como conclusión, las infraestructuras ferroviarias de Extremadura son un importante hándicap a la hora de atraer turistas y exportar mercancías, dadas las malas conexiones y condiciones de los convoyes y duración de los trayectos, que hacen que no sea un medio de transporte competitivo para Extremadura.
Red aeroportuaria. El Aeropuerto de Badajoz es un aeropuerto de Aena que está situado a 14 kilómetros del centro urbano de la ciudad de Badajoz (España), pero dentro de su término municipal -junto a la Base Aérea de Talavera la Real, también dentro del término municipal de Badajoz- y a 45 km de Mérida. El aeropuerto se encuentra conectado con ambas ciudades por la Autovía de Extremadura (A-5).
Comparte pista y torre de control con una base aérea del ejército del aire español, la de Talavera la Real. La terminal civil y la base aérea están separadas por la pista, diferenciando así las dos instalaciones.
El aeropuerto cuenta con una terminal de 4.400 m², la plataforma de aeronaves de aviación comercial de 30.000 m² y otra de aviación general de 5.000 m², así como aparcamiento para 245 plazas.
Actualmente, el Aeropuerto de Badajoz sólo tiene conexiones con Madrid, Barcelona y las Islas Baleares (ésta con carácter estacional), no siendo utilizado como base de vuelos de transporte de mercancías:

Plataformas logísticas. EXPACIOMÉRIDA y EXPACIONAVALMORAL son un concepto de suelo industrial con infraestructuras y servicios de primer orden que da respuesta a las necesidades de grandes proyectos industria-les, logísticos y empresariales, les permite acelerar la implantación de sus empresas y se integran en un entorno de innovación permanente y excelencia.
Sus localizaciones son el Parque de Desarrollo Industrial Sur de Extremadura (Autovía A-66, pk 630, 06800 Mérida) y el Parque de Desarrollo Industrial Norte de Extremadura (Autovía A-5, pk 178, 10.300 Navalmoral de la Mata, Cáceres), respectivamente y dependen de Extremadura Avante, S.L.U.
La PLATAFORMA LOGÍSTICA DEL SUROESTE IBÉRICO es un gran proyecto de cooperación transfronteriza que situaría a Badajoz en el mapa europeo, con un potencial de primer orden.
La Plataforma Logística del Suroeste Ibérico se prevé que tenga una capacidad mínima de carga y descarga de 16.500 toneladas, lo que la situará como un referente internacional en el tráfico de mercancías, convirtiéndose en una de las zonas logísticas más importantes junto a Zaragoza y Algeciras (Cádiz). Uno de los grandes potenciales de la futura Plataforma Logística es su capacidad de carga y descarga, que permitiría el trabajo con 11 trenes de 750 metros de longitud de forma diaria.
En la actualidad, solo las plataformas logísticas de Zaragoza y Algeciras (Cádiz) pueden realizar este trabajo con trenes de tanta longitud en el territorio estatal. Además, las instalaciones badajocenses tendrían el valor añadido de aunar 3 vías de comunicación distintas: AVE, tren convencional y carretera.
Este proyecto permitirá que Extremadura disponga de un polo logístico de carácter intermodal “de primer nivel”, conectado a las mejores vías de comunicación portuguesas y españolas, ya que conectará con la autovía Madrid-Lisboa, con la futura línea de alta velocidad y con la del ferrocarril con-vencional. La terminal ferroviaria se conectará con la Estación de Trenes de Badajoz gracias a una doble vía que no afectará al tránsito rodado.

También contará en el futuro con el desdoblamiento de la carretera de Campomaior (Portugal), vía que discurre de forma paralela a uno de los lados de la Plataforma, así como un centro empresarial y de servicios.

INFRAESTRUCTURAS HIDRÁULICAS.

Extremadura presenta una irregular distribución de la lluvia con una zona norte en la que la precipitación media se sitúa entre los 900 y 1.200 mm anuales, y el centro y el sur abarcando casi la totalidad de la provincia de Badajoz, con precipitaciones medias anuales entre los 200 y 400 mm anuales. Y, además, estas precipitaciones se suelen concentrar en escasos periodos de tiempo tanto más cortos cuanto más escasa es la precipitación.
Extremadura se encuentra bañada por las cuencas de dos de los ríos más importantes del país, como el Tajo y el Guadiana, gestionados por la Confederación Hidrográfica del Tajo y del Guadiana respectivamente, organismos dependientes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente.
La región cuenta con una capacidad de reservas de agua de 14.219 hm3 (a los que habrá que sumar los 236,9 hm3 de tres nuevos embalses en construcción), contando con dos de los cinco embalses más grandes de Europa (Alcántara y La Serena) y la influencia del embalse de Alqueva (el mayor lago artificial de Europa), que aunque pertenece a Portugal, su área de balsa se extiende por Extremadura.

Todos los ríos extremeños son ríos mediterráneos con un fuerte estiaje en verano, un máximo en primavera, un máximo secundario en otoño y un mínimo secundario en invierno.
Son ríos de alimentación pluvionival. Una de las características más destacables de los ríos extremeños es que a lo largo de la mayor parte de su curso encontramos numerosos embalses.
Frecuentemente, la cola de uno se encuentra a poca distancia de la presa de otro. Son embalses tanto para regadío como para producción hidroeléctrica. Los canales para regadío no son muy modernos ya que la mayoría aparecen en los años de implantación del Plan Badajoz.
Extremadura no es tierra de lagos, los pocos que existen son de carácter endorreico y muy pequeños. Sin embargo, en las numerosas dehesas de Extremadura existen innumerables charcas artificiales, que forman humedales más o menos grandes, excavados en diversas partes de la dehesa para retener el agua de lluvia, y que hoy en día se han convertido en zonas húmedas de importancia.
El río Guadiana es el que estructura Badajoz. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana afecta en Extremadura una superficie de 23.447,095 km2, lo que representa un total del 42,23% del total de la cuenca del Guadiana.

La cuenca del Guadiana acumula una superficie total regable de 1.422,2 km2. Asimismo, es un espacio natural que se encuentra bajo la protección de diferentes tipos de figuras medioambientales o Espacios Naturales como LICs, ZEPAs, RAMSARs, Reservas de la Biosfera y ENPs.
Desde la creación y funcionamiento de la CHG, este organismo autónomo es responsable de explotar, mantener y modernizar las infraestructuras que afectan a la cuenta del Guadiana. En lo que se refiere a Extremadura, es conocida como la Cuenca Media del Guadiana.
Son principalmente las infraestructuras de regulación (presas de embalse) que laminan las avenidas y aseguran el suministro de agua para abastecimiento y regadío en toda la cuenca. A ellas se añaden las conducciones ne-cesarias para el suministro de agua a las zonas regables (canales principales y secundarios, redes de acequias y redes de drenaje), así como la red viaria aneja a unas y otras. A estos listados de infraestructuras se han agregado otras que existían con anterioridad a la creación de la CHG (p. ej. las presas de Cornalvo y Proserpina, cerca de Mérida, etc.).

La propia creación de la CHG arranca del complejo de obras de regulación del Guadiana y la puesta en riego de más de 100.000 hectáreas, de lo que se conoce como el Plan Badajoz (principalmente los años 50 y 60 del pasado siglo), consistente básicamente en la construcción de las grandes presas de Cíjara, García de Sola, Orellana y Montijo sobre el río Guadiana y la de Zújar sobre este otro río. A ellas se añadían las redes de canales principales (Orellana, Zújar, Montijo y Lobón) y secundarios, redes de acequias, red viaria y demás actuaciones de preparación de las citadas áreas de regadío, entre las que destaca la construcción y urbanización completa de numerosas localidades del citado Plan Badajoz.
Con posterioridad, la CHG ha abordado una buena parte de las infraestructuras para abastecimiento de las respectivas poblaciones y comarcas de la cuenca hidrográfica, así como las correspondientes de saneamiento y depuración. Igualmente, ha realizado todos los encauzamientos de ríos y arroyos en los tramos urbanos de la cuenca y pequeñas presas “de agujero” sobre arroyos antes de entrar en unos y otros pueblos.

A comienzos de los años ochenta del pasado siglo se incorporaron al Plan General de Obras Públicas una serie de infraestructuras en la Cuenca Media con el programa de regulación de aguas con las presas de Los Molinos del Matachel y Villar del Rey, a las que siguieron las de Tentudía, Cancho del Fresno, Alange, La Serena y las de regulación del río Lácara (Horno Tejero, El Boquerón y Los Canchales), así como el canal de las Dehesas y la conclusión del canal del Zújar. En esta Cuenca Media y durante los años noventa se continuaba con más infraestructuras de regulación en la margen derecha (Ruecas, Sierra Brava, Gargáligas, Cubilar, etc.). Se trata de una lista de infraestructuras abordadas en toda la cuenca, ya en explotación y que, citadas así, de corrido, no trascienden hasta los niveles que cada una de ellas posee.
En los últimos años se han llevado a cabo otras infraestructuras en Extremadura como el Túnel de trasvase reversible entre los embalses de Orellana y Zújar, la presa del Andévalo y la de Jarrama, el encauzamiento y adecuación urbanística de los ríos Guadiana y Albarregas en Mérida, el encauzamiento de los ríos Rivillas y Calamón en Badajoz, la presa de La Colada y la nueva conducción de agua desde Villar del Rey a Badajoz (abordadas éstas dos últimas por Hidroguadiana).
El río Tajo es el que estructura Cáceres. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo afecta en Extremadura una superficie de 16.676 km2, lo que representa un total del 29,89% del total de la cuenca del Tajo. En Extremadura, el Tajo recibe alguno de sus principales afluentes.

La cuenca del Tajo acumula una superficie total regable de 657 km2, un 46% de la superficie regable de la cuenca del Guadiana a su paso por Extremadura.

INFRAESTRUCTURAS ENERGÉTICAS

La producción de energía eléctrica en Extremadura tiene como base las tecnologías nuclear y renovable (hidráulica, solar y biomasa), a lo que se añade una pequeña aportación de la tecnología térmica no renovable (cogeneración). En el año 2016, la producción neta de energía eléctrica tuvo el mayor aporte de la generación de energía no renovable, como la nuclear, con un 72,25% y cogeneración con un 0,24% del total. La contribución de las energías renovables fue de un 27,51 % del total de la producción neta.
Tecnología Nuclear. Extremadura cuenta en su territorio, en la localidad de Almaraz, con una central nuclear compuesta por dos reactores cuya potencia neta total asciende a 2.017 MW.
Tecnología Térmica No Renovable (Cogeneración). En el año 2016 se contabilizaron seis instalaciones de cogeneración en servicio en Extremadura, alcanzando una potencia total de 20,741 MW. Concretamente, se trata de: cinco instalaciones, con una potencia total de 16,916 MW, que utilizan gas natural como combustible; y una instalación de 3,825 MW basada en la utilización del calor residual.
La producción neta de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología alcanzó en el año 2016 un registro de 51 GWh, lo que supuso un descenso de la producción del 27,19 % respecto a la del año 2015, en el que se gene-raron 70 GWh. El valor del 2016 supone sólo el 0,33 % de la producción neta de energía eléctrica no renovable y el 0,24 % de la producción eléctrica neta total regional.
Tecnología Hidráulica. En el año 2016 se contabilizan 27 instalaciones hidráulicas en servicio en Extremadura, alcanzando una potencia total instalada de 2.277,8 MW, un 12,93% más que la potencia nuclear instalada en la región.

La producción neta de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología alcanzó en el año 2016 un registro de 2.519 GWh, lo que supuso un incremento de la producción del 56,27 % respecto al año 2015, caracterizado por la baja hidraulicidad experimentada, en el que se generaron 1.612 GWh.
Con este incremento de la generación hidráulica cabe resaltar que dicho valor supone que, en el año 2016, el 43,59 % de la generación neta de energía eléctrica renovable en Extremadura haya sido obtenida a partir de instalaciones hidráulicas, y que su participación en el total de la producción eléctrica neta regional alcanzase en ese año un porcentaje del 11,99 %. Ello sitúa a esta tecnología en el primer lugar en cuanto participación en el total de la producción eléctrica neta regional renovable, siendo, por tanto, la generación hidráulica la tecnología que más aportó a la producción de energía eléctrica de origen renovable en la región en el año 2016.

Los aprovechamientos hidroeléctricos tienen poca importancia en la cuenca del Guadiana. Están fundamentalmen-te destinados a abastecimiento y riegos, aunque adquieren relevancia las actividades lúdicas relacionadas con deportes de agua dulce y turismo verde de interior.
En cambio, en la cuenca del Tajo sí tiene importancia el aprovechamiento hidroeléctrico, en detrimento de otros usos.

Tecnología Térmica Renovable. En el año 2016 se contabilizaron cuatro instalaciones de tecnología térmica renovable en servicio en Extremadura, alcanzando una potencia total instalada de 37,1 MW. Concretamente, se trata de tres instalaciones en la tecnología de la biomasa eléctrica, con una potencia total instalada de 36,3 MW; y de una instalación de biogás con una potencia de 0,8 MW.
La producción de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología alcanzó en el año 2016 un registro de 236 GWh, lo que supuso un aumento de la producción del 18,21 % respecto al año 2015, en el que se generaron 199 GWh.
Este valor supone que, en el año 2016, el 4,08 % de la generación neta de energía eléctrica renovable en Extremadura haya sido obtenida a partir de instalaciones térmicas renovables, y que su participación en el total de la producción eléctrica neta regional alcanzase en ese año un porcentaje del 1,12 %.
Tecnología Solar Termoeléctrica. Desde el año 2013, en Extremadura hay un total de 17 centrales solares termoeléctricas, alcanzando una potencia total instalada de 849 MW, que se ha mantenido sin variación hasta la fecha.
Todas estas instalaciones son de características similares, disponiendo en todos los casos de colectores cilindro-parabólicos y de sistemas de suministro complementario mediante plantas satélites de gas natural. Además, en nueve de ellas, se dispone de un sistema de almacenamiento térmico mediante sales fundidas, que confieren a la instalación capacidad de gestión de su producción.
La producción de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología, que había experimentado un aumento progresivo desde el año 2009 hasta alcanzar, en el año 2015, un registro de 2.038 GWh, experimentó en este año 2016 un ligero descenso de su producción de un 3,7 % respecto al año 2015, en el que se habían generado 1.962 GWh.

A pesar de dicho descenso de la producción, este valor supone que, en el año 2016, el 33,97 % de la generación neta de energía eléctrica renovable en Extremadura haya sido obtenida a partir de instalaciones termosolares, y que su participación en el total de la producción eléctrica neta regional alcanzase en ese año un porcentaje del 9,34 %. Ello sitúa a esta tecnología en el segundo lugar en cuanto participación en el total de la producción eléctrica neta regional renovable, tan sólo por detrás de la hidráulica.
Tecnología Solar Fotovoltaica. Hasta el año 2016 se pusieron en servicio en la región un total de 589 instalaciones solares fotovoltaicas, alcanzando una potencia total instalada de 562,04 MW.
La producción de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología alcanzó en el año 2016 el 18,36 % de la generación neta de energía eléctrica renovable en Extremadura haya sido obtenida a partir de instalaciones solares fotovoltaicas, y que la participación de esta tecnología al total de la producción eléctrica regional alcanzase el 5,05 %.
Como conclusión, las instalaciones de generación de energía de Extremadura, a excepción de la Central Nuclear de Almaraz, pertenecen, en su mayoría, a instalaciones de energías renovables, si bien se aprecia que tanto en el desarrollo de instalaciones de energía solar térmica, fotovoltaica y térmica renovable, todavía tienen capacidad de crecimiento ya que las fuentes energéticas del sol y biomasa dan margen para el desarrollo de las mismas, dentro del marco de una economía verde.
El pull de potencia energética instalada en Extremadura es dos tercios de energías renovable y un tercio de energías no renovables, mientras que a nivel nacional la potencia instalada no renovable supera ligeramente el 50%. De ello se deduce que Extremadura es una región más sostenible energéticamente, respecto a la media del país.

Dos tecnologías sobresalen respecto al resto en cuanto a nivel de potencia instalada. Extremadura dispone de casi el 37% de la potencia instalada de energía solar termoeléctrica del país. Asimismo, su peso específico regional es del 14,73% del total del pull regional, frente al 2,16% del país. También sobresale la potencia eléctrica instalada proveniente de la energía nuclear, con un 26,63% del total del país, superando el peso relativo de esta energía a nivel regional, con un 35% de total de la potencia instalada, frente a la media del 7,13% de España.
Por último, es destacable que en el 2.016 Extremadura dispusiera del 7,19% del total de potencia energética renovable del país, cuando la representación de su PIB es el 1,58% del PIB nacional. En su conjunto, Extremadura cuenta con el 5,43% del total de la potencia energética instalada a nivel nacional.

INFRAESTRUCTURAS DE RECICLAJE Y GESTIÓN DE RESIDUOS

En la actualidad, Extremadura cuenta con siete Ecoparques, que son plantas de reciclaje, compostaje y valorización de residuos sólidos urbanos, que es-tán localizados en Badajoz, Cáceres, Mérida, Mirabel, Talarrubias, Navalmoral de la Mata y Villanueva de La Serena.

Por otra parte, existen otras ocho plantas de transferencia, que son centros que acumulan en unos contenedores especiales los residuos recogidos por los camiones recolectores, para así optimizar el transporte hasta los Ecoparques. Las plantas de transferencia están situadas en Almendralejo, Plasencia, Montijo, Llerena, Jerez de los Caballeros, Coria, Trujillo y Robledillo de la Vera.
Actualmente, los residuos se clasifican en Peligrosos y No Peligrosos para considerar la forma e instalaciones de recogida. Extremadura cuenta con 200 Gestores de Residuos No Peligrosos con instalación asociada de almacenaje, valorización y/o eliminación y otros 1.150 sin instalación asociada. Y la región cuenta con seis gestores autorizados para almacenamiento, valorización y eliminación de Residuos Peligrosos ubicados en Cáceres (2), Plasencia, Lobón, Navalvillar de Pela y Robledollano, y 47 Gestores de vehículos al final de su vida útil (CAT) repartidos por toda la región.

PARTICIPA EN EXTREMADURA 2030

cuéntanos tu experiencia