Análisis de las fortalezas y las oportunidades de la región e incidencia en el desarrollo para la especialización en el cambio climático – economía circular – economía verde.
Análisis de las fortalezas y las oportunidades de la región e incidencia en el desarrollo para la especialización en el cambio climático – economía circular – economía verde.
FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES
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Alta calidad de los recursos medioambientales de la región y potencial para liderar la especialización en los mismos.
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Potencial regional para liderar sectores clave relacionados con la economía verde (Extremadura 2030).
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Facilidad para reconvertir sectores y actividades tradicionales hacia la economía verde, sin la necesidad de desmontar sectores obsoletos con el coste añadido que supondría.
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Reconocimiento de la región como potencial ambiental en un contexto global.
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Presencia de ecosistemas naturales singulares a escala global (ecosistema natural de la dehesa).
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Alta calidad de materias primas y productos regionales.
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Condiciones climatológicas favorables para el desarrollo de ciertas actividades económicas (turismo, salud, energías renovables, experiencias sensoriales…).
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Rico patrimonio natural y cultural.
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Potencial en sectores con un amplio recorrido para la innovación: sobre todo agroalimentación, energías renovables, economía circular, gestión de recursos naturales, TIC…
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Liderazgo nacional en la producción de electricidad con tecnología solar y liderazgo europeo en la producción de algunos productos agrarios, como tomate, pimentón y tabaco.
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Alto potencial para el desarrollo de la agricultura y ganadería ecológicas.
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Fuertes vínculos con Portugal, lo que favorece la conexión con Iberoamérica y algunos países lusófonos de África.
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Relación histórica y cultural con Latinoamérica y Norte de África que facilita el acceso a sus mercados.
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Imagen exterior asociada a un concepto amplio de calidad de vida, riqueza patrimonial y productos agroalimentarios de alta calidad.
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Situación geográfica equidistante de importantes núcleos urbanos (Madrid, Sevilla y Lisboa) que posiciona favorablemente al territorio desde el punto de vista logístico.
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Importante red de emigrantes extremeños en los principales nodos tecnológicos del país y en otros países europeos, que suponen un potencial no sólo por la posibilidad de retorno sino por la influencia en la toma de decisiones económicas en destino.
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Única región de convergencia en España en el próximo periodo de programación presupuestaria 2014 -2020, cuestión que genera atractivos para la inversión (sobre todo en las actividades clave de especialización).
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Potencial innovador de sectores tradicionales que pueden alcanzar un gran protagonismo en el marco de las tendencias económicas globales.
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Alimentación, energía y medio ambiente son sectores en tendencia, por su conexión con los grandes retos del planeta, y por tanto, con grandes posibilidades de innovación basadas en recursos y capacidades locales.
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Demanda por parte de países desarrollados alineada con la oferta agroindustrial y turística del medio rural extremeño.
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Potencialidad de posicionamiento global en el sector turístico asociado a calidad de vida, salud y bienestar.
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Oportunidad de conectar nuestro sector clave, el agroalimentario, con energía, alimentación, salud, y ocio y tiempo libre (gran nivel de interacción entre los sectores y actividades del medio rural).
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Gran potencial de la especialización en gran animal: como alimento, como paciente o como modelo.
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Conexiones de las potencialidades del medio rural con los retos y objetivos de la Estrategia Europa 2020 y Extremadura 2030.
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Desarrollo del sector del conocimiento (tejido de centros científico-tecnológicos) que sientan las bases para el desarrollo de procesos de investigación, innovación y desarrollo del emprendimiento.
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Desarrollo en sectores menos expuestos a las consecuencias de la crisis económica, en un mundo que crece en población, aumenta en capacidad de consumo, demanda de alimentos y servicios ambientales de alto valor añadido.
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Demanda creciente en el consumo de alimentos ecológicos y de calidad que produce la región.
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Existencia de servicios capaces de ejercer de correa de transmisión de la investigación y la innovación en materia de lucha contra el cambio climático, economía circular y economía verde: agencias de desarrollo, universidades populares, centros educativos, grupos de acción local, red de oficinas, centros de capacitación agraria y oficinas comarcales agrarias.
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Gran potencial de innovación en los sectores y actividades tradicionales.
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Orientación de las tendencias globales hacia la especialización y consumo de experiencias singulares, ámbitos de una riqueza y potencial de crecimiento extraordinario en nuestra región.
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Capacidad de producción y exportación de productos y servicio de calidad a un mercado global.
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Orientación de fondos estructurales de la UE (2014-2020) a programas de innovación.
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Estrategia de especialización inteligente en investigación e innovación (RIS3) que incide directamente en la lucha contra el cambio climático la economía circular y la economía verde.
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Alto número de productores e industrias adscritos a DO/IGP.

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Comportamiento anticíclico del sector agrario.
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Aptitud del medio natural extremeño para las producciones ecológicas y de calidad, con un peso importante y creciente de explotaciones en este régimen.
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Potencial de desarrollo de las tecnologías avanzadas en la gestión de recursos hídricos.
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Industria agroalimentaria competitiva (buena productividad) con un comportamiento positivo frente a la crisis.
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Incremento de la conciencia social hacia productos de calidad, ecológicos o con distintivos de origen y proximidad.
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Internacionalización e innovación de la industria agroalimentaria y tendencia positiva de las exportaciones.
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Experiencia positiva de la región en la prevención de incendios con el desarrollo de técnicas pioneras (lucha contra incendios en la Sierra de Gata).
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Existencia de incentivos para la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria y consecuente renovación de las explotaciones.
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Creciente demanda de productos forestales.
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Creciente preocupación por el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, aspectos que ponen en valor nuestros activos medioambientales (conservación del suelo y su fertilidad, regulación climática, regulación hídrica, mantenimiento de la calidad del agua, mantenimiento de la biodiversidad, mantenimiento de la población rural).
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Crecimiento de los productores que aplican técnicas más avanzadas de gestión (producción integrada, certificada,…).
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La densidad de territorio cubierto por figuras de protección constituye un potencial para establecer marchamos de calidad de sus productos y servicios, compatibilizando y rentabilizando los usos tradicionales y la conservación.
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Los ecosistemas agrícolas y silvícolas producen una gran cantidad de bienes y servicios indirectos, y como resultado integrado, contribuyen en la lucha contra el cambio climático.
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El regadío, no sólo permite mejorar el futuro de la agricultura sino que muchas de las producciones vegetales en riego contribuyen de forma clara a la mejora del medio ambiente a través del incremento de la eliminación de CO2, fijación de nitrógeno en el suelo…
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Gran potencial en la generación de energía para biomasa procedente de los bosques y de los residuos agrícolas y ganaderos.
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Apoyo institucional al sector de la generación térmica con biomasa.
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Desarrollo del Plan de la Bioenergía de Extremadura 2014-2020.
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El aumento actual de los costes de la energía procedente de combustibles fósiles a nivel de consumidor, aumenta la competitividad de la biomasa forestal, agrícola y ganadera, y el biogás para energía.
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Revalorización de residuos agrarios y forestales (evitando la quema de residuos) para su aprovechamiento como biomasa.
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Industria agroalimentaria potente y exportadora.
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Red de grupos de acción local que vertebran el territorio y son fuente de desarrollo de nuevos proyectos relacionados con la lucha contra el cambio climático, economía circular, economía verde y proyectos de desarrollo rural en general.
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Infraestructura de apoyo a las empresas (viveros, centros de empresas,…).
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Patrimonio natural de alto valor y recursos patrimoniales: espacios protegidos, bienes de interés cultural.
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DO e IGP consolidadas.
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Desarrollo de redes de inclusión social que permiten mayor cobertura a costes menores.
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Importante desarrollo turístico en las zonas rurales.
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Disponibilidad de suelo industrial y otros equipamientos de apoyo a las empresas (viveros, centros de empresas,…).
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Mejora de las comunicaciones convencionales y telemáticas que acercan las áreas rurales y urbanas.
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Riqueza de recursos energéticos renovables: biomasa.
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Valorización económica de los espacios protegidos.
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Potencial de mejora de la productividad y disminución de los costes gracias a la incorporación de TIC y TFE.
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Revalorización de los productos locales y de los mercados locales, generando oportunidades de creación de nuevas empresas y ocupaciones.