3. HACIA LA EXTREMADURA DE 2030
La imagen de Extremadura natural y con calidad de vida, asociada a la gestión sostenible de sus recursos naturales indica el camino de la especialización productiva de la región. En este sentido, las claves para la optimización del valor añadido que se puede generar mediante el conocimiento, conservación y transformación de la biodiversidad, el uso intensivo de la tecnología en estos ámbitos y las restricciones derivadas de sus características geoestratégicas y demográficas determinan el patrón que resulta de nuestro proceso de especialización inteligente.
Conscientes de que la investigación científica y técnica y la innovación requieren el desarrollo de actividades en constante evolución, se pretende promover el liderazgo científico y tecnológico de nuestra región en aquellos sectores en los cuales existe un alto potencial de crecimiento, orientando sus actividades hacia áreas prioritarias o de especialización como la agroalimentación, las energías limpias, el turismo, la salud y las tecnologías de la información y la comunicación. Esta especialización permitirá generar ventajas competitivas y comparativas en el tejido socio económico extremeño que le permita un posicionamiento estratégico generador de oportunidades empresariales y, como consecuencia, de empleo y bienestar para sus ciudadanos.
Extremadura 2030, pretende convertir a la región en un espacio para la innovación en la gestión sostenible de los recursos naturales.
La determinación de una visión conjunta de los recursos y capacidades del territorio, y de las oportunidades que surgen de su gestión inteligente, aplicando o generando distintos dominios científicos-tecnológicos, ayudará a afrontar los retos regionales asociados a la construcción de una sociedad predispuesta al cambio, a la mejora continua, a la creatividad, al conocimiento, al emprendimiento y abierta al exterior; la consolidación de una sociedad del conocimiento basada en las personas, que se constituya como polo de talento, el desarrollo de un tejido empresarial e industrial internacionalizado y de referencia, capaz de generar riqueza de forma sostenible en el tiempo, y el disponer de un conjunto de infraestructuras adaptadas a las necesidades de la región, que vertebren su desarrollo y estén estratégicamente conectadas con el exterior.
La tendencia de las economías globales apunta a procesos claros de especialización, mediante los cuales, todas las regiones y países están trabajando para diferenciarse en función de sus activos singulares, en aras a alcanzar una identidad, con la que hacerse visibles en el mapa del mundo.
Extremadura es una región bien conservada desde un punto de vista natural, capaz de ofertar productos y servicios especializados en un contexto global, en torno a una serie de recursos con visibilidad y potencial internacional (espacios protegidos, ecosistemas naturales, producción de alimentos de calidad).
Es decir, el desarrollo de una economía verde, capaz de aglutinar en torno a ella al conjunto de sectores y actividades productivas de la región, y vertebrar por sí misma un proceso de desarrollo sostenible y duradero, desplegando todas las sinergias con el resto de políticas y programas regionales.
