Síntesis del diagnóstico

La generación de residuos como consecuencia de la acción humana sigue creciendo, mientras que su tratamiento padece graves deficiencias. Los efectos se traducen en importantes emisiones de gases de efecto inver­nadero que inciden en el cambio climático, afectando a especies y ecosiste­mas. Se trata de un problema medioambiental de gran magnitud, incontro­lado y con un deficiente conocimiento sobre su impacto y efectos.

La generación de residuos procedentes de la minería, de la agricultura y la ganadería, de la actividad industrial, de la construcción, de los lodos, de la tecnología de consumo, de los automóviles, de las pilas y acumuladores, del plástico, del papel, de la actividad sanitaria, de la producción de energía, de la ropa y del mobiliario aumentan su acumulación, sin hallar soluciones al ingente volumen y la peligrosidad que generan como consecuencia de los hábitos de producción y consumo.

Una de las oportunidades de solución para buena parte del problema es la conversión de los residuos en recursos, como señala la “Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos de la Unión Europea” (2011), considerando que los beneficios potenciales son muy elevados y pueden facilitar la transición hacia una economía verde y circular en la que nada se deseche. En este sentido, las orientaciones comunitarias de la política de residuos tratan de sustituir una economía lineal basada en producir, con­sumir y tirar, por una economía circular en la que se reincorporen al pro­ceso productivo una y otra vez los materiales que contienen los residuos, tal como recoge la comunicación de la Comisión Europea de diciembre de 2015 denominada: “Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la eco­nomía circular”.

Objetivos operativos

Con el propósito de reducir la generación de residuos, incrementar su valo­rización y asegurar su gestión eficiente, la Estrategia EXTREMADURA 2030 busca dar operatividad a estos objetivos:

  • Proteger la salud humana y del medio ambiente mediante una gestión eficiente de los residuos.
  • Contribuir a la lucha contra el cambio climático y otros impactos nega­tivos asociados a la gestión de residuos.
  • Reducir la generación de residuos.
  • Incrementar la valorización de los residuos.
  • Suprimir progresivamente la eliminación de residuos valorizables.
  • Disponer de una red de instalaciones de tratamiento de residuos adaptada a las necesidades de Extremadura.
  • Mejorar la información, transparencia y participación en materia de re­siduos.
  • Cumplir con los objetivos marcados en la normativa comunitaria en materia de residuos que facilite el acceso a la financiación europea.
  • Promover la capacidad de repensar el consumo, reducir, reutilizar y re­parar.
  • Adaptar al paquete de medidas de Economía Circular de la Comisión Europea.

 

Descripción de la propuesta

La gestión más eficiente de los residuos pasa necesariamente por prevenir su generación, de acuerdo con el principio comunitario de jerarquía en las opciones de gestión de residuos; la prevención es la mejor opción de ges­tión, seguida de la preparación para la reutilización, del reciclado, de otras formas de valorización (incluida la energética) y, por último, de la eliminación.

Uno de los aspectos fundamentales que caracteriza la política regional es su afán por la búsqueda de la sostenibilidad ambiental como esencia del modelo de desarrollo sostenible de Extremadura. Ello implica lograr una re­lación armónica entre la sociedad, la economía y el medio ambiente en el marco de una economía verde y circular que gestione con la mayor eficien­cia los residuos, proponiendo un nuevo modelo de desarrollo basado en el uso eficiente e implicando a todos los sectores y agentes afectados.

En el caso de Extremadura, los residuos representan una preocupación cuya búsqueda de solución se acomete a través del actual Plan Integrado de Residuos de Extremadura (PIREX) 2016-2022, que marca la línea estrate­gia a seguir por la región en esta materia, cumpliendo de este modo con las obligaciones comunitarias y nacionales.

El desarrollo de la economía verde y circular será durante la próxima déca­da uno de los instrumentos de apoyo más determinantes en la gestión de residuos para su reutilización, reciclado y reaprovechamiento a lo largo de varios ciclos. La transición a una economía circular en la cual el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía du­rante el mayor tiempo posible, y en la que se reduzca al mínimo la genera­ción de residuos, constituye una contribución esencial encaminada a lograr una economía sostenible, hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos y competente.

La Junta de Extremadura es consciente de que la prevención y el recicla­do son los elementos clave sobre los que debe girar la política de residuos en la comunidad durante los próximos años. Son las principales prioridades en materia de gestión de los residuos en la región: centrar los esfuerzos de reducción en el desperdicio alimentario, la obligación de recogida selecti­va de materia orgánica, la construcción y demolición, en evitar el uso de los envases y los productos de “usar y tirar”, el impulso a la reutilización y al alar­gamiento de la vida útil, la reducción del contenido de sustancias nocivas en materiales y productos y el potencial energético que representa.

Numerosos agentes proponen que la Estrategia EXTREMADURA 2030 debe impulsar una ley de residuos que identifique el gran potencial energé­tico que tiene su aprovechamiento, que promueva la obligación de recogida selectiva de materia orgánica, que fomente la concienciación de las enti­dades locales, que resuelva las graves limitaciones de mantenimiento de las infraestructuras ya construidas y abandonadas, que tenga presente los residuos industriales, que inicie la incorporación de sistema de códigos de barras en las bolsas de basura y que contribuya a cambiar la mentalidad al dueño de determinados residuos.

El plan integrado (PIREX) contiene un programa de prevención de residuos, un apartado dedicado a suelos contaminados y cuatro planes principales de gestión de residuos, incluyendo uno dedicado a otros flujos de residuos que engloba once planes específicos en cada uno de los cuales se establecen objetivos ecológicos y las medidas a adoptar para alcanzarlos:

  • Plan de gestión de residuos domésticos y comerciales.
  • Plan de gestión de residuos de construcción y demolición.
  • Plan de gestión de residuos industriales (sin legislación específica).
  • Plan de gestión de otros flujos de residuos: Lodos de depuradora.
  • Residuos agrarios.
  • Residuos sanitarios
  • Vehículos al final de su vida útil.
  • Neumáticos al final de su vida útil.
  • Aceites industriales usados.
  • Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
  • Residuos de pilas y acumuladores.
  • Residuos de envases.
  • PCB y aparatos que los contengan.
  • Residuos de industrias extractivas.
  • Programa de Prevención de Residuos de Extremadura.
  • Suelos contaminados.

 

Agentes implicados

Los agentes implicados en este Programa de Prevención de Residuos de Extremadura son: los fabricantes, el sector de la distribución y el sector ser­vicios, los consumidores, las usuarias finales y, muy especialmente, la admi­nistración regional y local.

El éxito en la consecución de resultados va a depender del compromiso de todos estos agentes en la aplicación de las medidas de prevención y reci­clado, pues muchas de las medidas han de adoptarse en los procesos pro­ductivos y han de completarse con otras actuaciones por parte de los y las consumidores y usuarios y usuarias finales.

La formación en materia de prevención de todos estos agentes permitirá contribuir mucho más eficazmente a la consecución de resultados en este ámbito.

Por otra parte, las administraciones públicas y las empresas, en tanto que consumidoras y usuarias de bienes y servicios, deben contribuir a la prevención de residuos tanto mediante la compra y contratación verde, como mediante la entrega de bienes usados para su reutilización o la aplicación de innovación a sus procesos de producción.

Algunos ejemplos de actuaciones concretas 2017-2020

  • Nuevo plan integrado de residuos de Extremadura (PIREX) 2016-2020, adaptado a una economía verde y circular.
  • Ejecución del Plan Integrado de residuos de Extremadura (PIREX) 2016-2020.
  • Campañas de sensibilización, información y formación.
  • Diagnóstico de la situación de la Comunidad Autónoma de Extrema­dura de cara a la implantación de la recogida selectiva de biorresiduos.
  • Plan de trabajo con los biorresiduos de Extremadura.
  • Mejorar la explotación de los ecoparques.
  • Obras de restauración de las escombreras.
  • Decreto para establecer cánones de vertido.
  • Ayudas para la construcción de pequeñas plantas de compostaje.
  • Experiencias piloto en las clausuras de vertederos.

 

SUELO. RECURSOS PRODUCTIVOS Y SECTORES ECONÓMICOS

  • Los recursos naturales
  • La gestión forestal y biomasa
  • La agricultura y la ganadería
  • La dehesa
  • La transformación industrial
  • El ocio, el turismo y el deporte de naturaleza

 

Para contribuir a garantizar la sostenibilidad del planeta desde el ámbito re­gional, la Estrategia EXTREMADURA 2030 propone impulsar un cambio de modelo en la diversificación y la especialización en cada uno de los siguien­tes sectores productivos de la economía, vinculando la prosperidad humana a la conservación de los recursos naturales [línea 7]: gestión forestal y bio­masa [línea 8], agricultura y ganadería [línea 9], dehesa [línea 10], transfor­mación industrial [línea 11] y ocio, turismo y deporte de naturaleza [línea 12].

En la función metabólica de la economía verde y circular, el suelo da sopor­te a los ecosistemas terrestres y al sistema productivo, constituyendo un recurso natural difícilmente renovable que requiere medidas de gestión y protección, en un contexto de desarrollo humano y sostenible adaptado a la realidad e idiosincrasia extremeña. El suelo compone un ente natural vivo y dinámico que suministra materias primas para el desarrollo de la actividad humana y desempeña un papel fundamental como hábitat y reserva genéti­ca. Resulta esencial para el mantenimiento de la biosfera y para la regulación del clima; almacena, filtra y transforma energía; es fuente de materias pri­mas y productor de biomasa; resulta clave para el suministro de agua limpia; es el sustento de las producciones agrícolas y ganaderas para garantizar la seguridad alimentaria; representa el mejor depósito de almacenamiento de carbono; alberga la cuarta parte de la biodiversidad del planeta; es impor­tante para la salud humana y es origen de las medicinas; ayuda a combatir el cambio climático, y constituye un elemento esencial de la herencia cultural y para la supervivencia.

Según la FAO, “el suelo es donde todo comienza”. El suelo da soporte en Ex­tremadura a los ecosistemas terrestres y al sistema productivo. Pero todos los recursos naturales y los sectores económicos participan del modelo de desarrollo sostenible que se construye en la región. Será necesario habilitar un proceso de transición que afecta al modelo de negocio de las empresas y a la actividad de las consumidoras y los consumidores, quienes expresarían reticencias al cambio si esa transición no garantizara el empleo y el bienes­tar de la sociedad extremeña actual y futura.

 

  • Los recursos naturales representan la fuente de aprovisionamiento para el desarrollo de la actividad económica, pero la amenaza de colap­so como consecuencia de la sobreexplotación reclama una interven­ción humana positiva para recuperar su vital función de fuente esencial para la vida, avalando su protección y conservación.
  • La gestión forestal y la biomasa, en un contexto de sostenibilidad de los recursos, requieren de un sistema de aprovechamiento que benefi­cie su conservación y proteja las masas forestales de las amenazas que las acechan. Será prioritario contar con gestores que contribuyan a su producción y conservación en el marco de una planificación sostenible de los recursos.
  • Para la agricultura y la ganadería en Extremadura, como para otras co­munidades, el suelo es el espacio vital para la supervivencia y un re­curso que imprime carácter identitario. La mayor parte de la superfi­cie regional es agrícola y forestal en un territorio altamente ruralizado, compatible con un modelo de sostenibilidad que aspira a desarrollar la agricultura y la ganadería de calidad en suelos de calidad.
  • La dehesa representa el símbolo extremeño de la integración de la economía productiva y el ecosistema en un modelo de sostenibilidad experimentado en el tiempo y con proyección de futuro, con clara vo­cación transversal de innovación verde y circular. Su carácter integrado, identitario, singular, diferenciado, tangencial y representativo integra la interrelación de la agricultura, la ganadería, el turismo, los aprovecha­mientos forestales, la industria, la artesanía, el ocio y el deporte, la cul­tura…
  • La transformación industrial ha iniciado un largo proceso adaptativo, determinado por los avances que impulsa la cuarta revolución indus­trial, el impacto del cambio climático y la sobreexplotación de los re­cursos. Nuevas oportunidades asociadas a la sostenibilidad promue­ven el cambio de modelo inspirado en la circularidad y en la mejora de la eficiencia general del sector apoyada en las empresas regionales, en la I+D+i y en la atracción de inversión, para alcanzar el largo anhelo de la sociedad extremeña de que la transformación de los recursos se pro­duzca y genere valor añadido en la propia región.
  • Los servicios de ocio que promueven el turismo y el deporte repre­sentan un emergente espacio de oportunidades para la actividad pro­ductiva y el empleo en Extremadura, siempre que pongan en valor la conservación de los recursos naturales de la región y garanticen el equilibrio entre economía y patrimonio.

Como recurso estratégico para la transición a la economía verde y circu­lar, el suelo ofrece una singular transversalidad. Es el escenario donde se producen los cambios. El factor indispensable para garantizar la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible (ODS2), el espacio en el que se ob­tienen los recursos para el crecimiento económico sostenible (ODS8), don­de se desarrollan las infraestructuras resilientes (ODS9), en el que deben crecer las ciudades sostenibles (ODS11), donde se libra la relación entre medioambiente, consumo y producción (ODS12), el que recibe los efectos del impacto climático que afectan a la vida en el planeta (ODS13), en el que se desarrollan los bosques y la diversidad biológica (ODS15) o donde inte­ractúa el ser humano en su búsqueda por crear sociedades pacíficas e inclu­sivas e instituciones eficaces (ODS16), por citar algunas de las importantes relaciones entre el suelo, el aprovechamiento de los recursos, el desarrollo productivo, la creación de empleo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que recorren la ESTRATEGIA DE ECONOMÍA VERDE Y CIRCULAR EXTREMADURA 2030.

En el ámbito de la Comunidad Autónoma de Extremadura, el eje III Secto­res productivos y sectores económicos se hace eco, especialmente, de las propuestas aprobadas por la Asamblea en relación con la Economía Circular como nuevo modelo productivo, las políticas de gestión forestal, el sector agrario y el turismo.

En una región con un alto índice de desempleo, altas tasas de envejecimien­to y fuerte migración, hay que tener ambición en la creación de empleo y emprendimiento de calidad, apoyando a las pequeñas iniciativas empren dedoras sin abandonar otras de mayor dimensión, prestándoles una aten­ción adecuada y facilitando la actividad desde la administración con una buena coordinación de los servicios, incorporando la informatización de los procesos y la tecnología como herramientas útiles, haciendo más eficien­tes las relaciones, identificando la legislación que requiere ser simplificada, recibiendo asesoramiento de otras administraciones más ágiles, aplicando normativa y reglamentos europeos con matices, valorando la importancia de contar con la colaboración empresarial, evitando la sobrerregulación al tiempo que se garantiza la seguridad jurídica, apoyando aquellas iniciativas empresariales autóctonas o de neorurales que se sitúan a la vanguardia de la economía verde y circular, promoviendo la diversificación económica, el desarrollo local, etc.

Será importante desarrollar un buen sistema de gobernanza económica, para modernizar la administración y su relación con agentes de la cuádruple hélice que impulsan la actividad emprendedora y facilitan una buena gestión pública a su servicio, para seguir impulsando buenas prácticas de transpa­rencia y certificaciones de autenticidad verde y circular de las producciones y los servicios que se prestan, entre ellas la compra pública verde.